¿Qué es la vitamina D y K?
La vitamina D y la vitamina K son nutrientes esenciales que, tanto por separado como en conjunto, juegan un papel importante en la salud ósea y cardiovascular, además de ayudar a prevenir diversas enfermedades crónicas. Ambas son vitaminas liposolubles, lo que significa que se disuelven en grasa y el cuerpo las almacena en tejidos.
La vitamina D se produce principalmente cuando la piel se expone a la luz solar, aunque también se puede obtener a través de ciertos alimentos y suplementos. Es crucial para que el cuerpo pueda absorber el calcio, lo que contribuye a mantener los huesos fuertes y saludables. También es necesaria para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, los músculos y los nervios.
Por otro lado, la vitamina K es fundamental para la coagulación sanguínea y el mantenimiento de la salud ósea. Esta vitamina activa proteínas que ayudan a que el calcio se deposite en los huesos, evitando que se acumule en las arterias, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
¿Dónde podemos obtener la vitamina D y K?
La vitamina D se obtiene principalmente a través de la exposición al sol, aunque factores como el uso de bloqueadores solares, la piel oscura o la poca exposición a la luz solar pueden limitar su producción. También está presente en alimentos como pescados grasos (salmón, atún), yema de huevo y hongos.
La vitamina K se puede adquirir mediante la ingesta de vegetales de hoja verde como espinaca, acelgas y brócoli, además de frutas como el kiwi y los higos.
¿Quién puede consumir vitamina D y K?
Personas con riesgo de osteoporosis: Fortalece los huesos al mejorar la absorción y correcta utilización del calcio, previniendo fracturas.
Pacientes con enfermedades cardiovasculares: Mejoran la salud del corazón al evitar que el calcio se acumule en las arterias y promover una circulación adecuada.
Personas con enfermedades respiratorias o asma: Regulan la inflamación y protegen las fibras de los vasos pulmonares, mejorando la función respiratoria.
Personas con diabetes tipo 2: Mejoran la resistencia a la insulina y modulan la inflamación, ayudando en el control de la diabetes tipo 2.
Ambas vitaminas están disponibles en suplementos alimenticios, ya sea de manera combinada o por separado. No obstante, es recomendable consultar con un médico antes de tomarlas. Un profesional de la salud podrá recomendar la dosis adecuada y garantizar que su consumo sea seguro y efectivo según las necesidades específicas de cada persona.
Bibliografía:
Oficina de Suplementos Dietéticos (ODS), Institutos Nacionales de Salud (NIH). (2022, 8 de noviembre). Datos sobre la vitamina D. https://ods.od.nih.gov/HealthInformation/RecursosEnEspanol.aspx
Oficina de Suplementos Dietéticos (ODS), Institutos Nacionales de Salud (NIH). (2020, 24 de febrero). Datos sobre la vitamina K. https://ods.od.nih.gov/HealthInformation/RecursosEnEspanol.aspx
Vitamina K: MedlinePlus enciclopedia médica. (n.d.). https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002407.htm
Navia Lombán, Beatriz; Cuadrado Soto, Esther; Ortega, Rosa M. Ingesta de vitaminas D y K, y su repercusión para la salud en la población femenina Nutrición Hospitalaria, vol. 32, núm. 1, 2015, pp. 10-13 Grupo Aula Médica Madrid, España
A continuación, te dejamos algunas opciones de Vitamina D y K disponibles en el mercado, para que puedas conocer las diferentes alternativas y sus características.
*El objetivo de este blog es educar de manera responsable sobre los suplementos y sus beneficios, siempre recordando que cualquier suplemento debe consumirse bajo la supervisión de un médico.